8 de septiembre de 2012

Más allá de lo tangible




Era una tarde de noviembre y el frío comenzaba a hacer su presencia, donde el viento me cubría de hiel, y la niebla empezaba a tapar la visibilidad, me encontraba caminando entre el bosque con rumbo al pueblo, atajo que tomaba diariamente para ahorrarme de tantos caminos incipientes. El bosque era un lugar enigmático cuyos árboles figuraban formas humanas y el sendero era tosco y el ambiente sombrío, nadie se atrevía a pasar por ahí, pero a mí no me hacían efecto las historias. Seguía con rumbo fijo, cuando de pronto sentí unos pasos detrás de mí, volteé pero no era nadie, tal vez era un producto de mi imaginación haciéndome malas pasadas. Y de nuevo esos pasos incipientes aparecen de nuevo, me eché a correr sin mirar atrás con mi corazón a punto de fibrilar, mantuve mi vista fija hacia adelante cuando de pronto sin darme cuenta mi pie me hace tropezar con una piedra y caigo al fondo del barranco. Caigo en un sueño profundo en donde me es difícil despertar, y a lo lejos escucho un murmullo que provoca que me despierte.

-¿En dónde estoy?- pregunté con voz temblorosa. La niebla era más espesa, así que tapaba mi visibilidad, pude apreciar una sombra que se hacía más perceptible al momento que iba despertando de aquel sueño.

-¿A caso no lo sabes?- preguntaba un hombre con voz grave.

-¿Saber qué?- Mi confusión era tan obvia que aquel hombre provocaba mi desesperación ante el estado en el que me encontraba, seguía sentada en el suelo así que me levanté rápido y decidí ponerme en guardia, pero me sentía tan frágil que caí de nuevo sobre las hojas secas de los árboles, y de nuevo aparece él en escena ayudándome a levantarme ante la dificultad en la que me presentaba.

-¿Quién eres?- le pregunté.

-Es lo que menos importa en este momento, ven, camina conmigo-. Me deje llevar por su presencia y su vislumbrante mirada, su mirada tan penetrante me dejaba embelesada ante semejantes ojos oscuros que ocultaban un enigma, el cual me incitaba a descifrar. Se dio cuenta de mi curiosidad hacia él, lo podía notar en su mirada, y retomamos el sendero sin un rumbo fijo, y continuo hablando.

-A veces no sabes que has cruzado una línea entre el meollo del asunto, pero la inercia es fuerte, así que te llevará al infinito del abismo en el que has caído, solo es cuestión de tiempo y lo descifrarás, mientras tanto disfruta del viaje.

-¿Qué quieres decir con todo esto que me dices?-. Suelta una carcajada en donde me deja prendada de su sonrisa.

-Lo iras descubriendo tu misma, pero no temas no te haré daño, te he estado observando en todo este tiempo que has cruzado el bosque, tu silueta singular me atrajó de inmediato, nunca me sentí tan vivo al verte, pero nunca tan sólo e inquieto por tenerte, temía que si me acercaba a ti no me hicieras caso, no podía cambiar mi identidad quería seguir manteniendo así las cosas, pero no me dejaste de otra al momento que caíste en el barranco, tenía que ayudarte.- Al escucharlo sentía que algo extraño emergía en mí, una especie de escalofríos recorría cada parte de mi cuerpo, una cierta atracción empecé a sentir hacia él, ya no me importaba en donde me encontraba, solo sabía que quería estar con él.

-Así que me has estado siguiendo todo este tiempo, hubieras tomado la iniciativa de hablarme, no tendría porque huir, si no tenías intenciones ocultas, pero ya estamos aquí y el hecho es que…-. No me dejó terminar de hablar, cuando me tomó en sus brazos y me acerco hacia él, nuestras miradas se encontraron, y el silencio que albergaba el lugar era como el mar revuelto, lleno de incertidumbre en donde las palabras eran inciertas. Lentamente se acercó hacia mí y nuestros labios se fundieron en la calidez de nuestras bocas y nuestra respiración se hacía entrecortada, fue una sensación nueva pero intensa.

-¿Nunca me olvidaras?- me preguntó en un susurro.

-Nunca lo haré, no podría.

-Es interesante, ¿Por qué se enamora la gente?

-Porque encuentran a alguien con quien compartir su vida, su felicidad y tristezas. Alguien que te haga sentir pleno.

-Comprendo, ¿y al final como termina?

En ese momento sentía una gran presión sobre mi pecho, como si hubiese caído sobre mí un objeto muy pesado, sentía mil descargas sobre mi cuerpo y a lo lejos escuchaba gritos, gente vociferando palabras imperceptibles para mí, y en ese momento desperté en un lugar muy diferente, me rodeaba gente preguntándome si me encontraba bien, me percaté que estaba en el hospital y los doctores trataban de revivirme.

- Estefania SP

3 comentarios:

  1. Un bonito sueño...
    ¿Y despertaría otra vez?

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  2. Ojalá se vuelva a dormir de nuevo, tan solo para volver a verlo a él (:

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  3. Hola Sanbond :) comparto lo mismo que dice C.L.G, ojala vuelva a entrar en ese sueño profundo y vuela a reencontrarse con él, pero la continuación se las dejo a ustedes, a la expectativa de ustedes. Gracias por comentar, Saludos :)

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Póngase su traje y tanque de oxígeno, sea bienvenido a La Luna.

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